viernes, 29 de enero de 2010

La hora de la verdad

Se aproxima la primera de las diecinueve finales que tendrá Racing dentro de un Torneo Clausura que lo obliga a ser protagonista para mantener la categoría. La óptima pretemporada y los refuerzos de jerarquía que arribaron invitan a reavivar la ilusión de acercarse a lo más alto una vez más.

En Avellaneda el momento del estreno se avecina y la expectativa alcanza niveles superlativos. Dentro de un mercado de pases que tuvo a La Academia como uno de los principales protagonistas, las relevantes incorporaciones ubicaron al conjunto dirigido por Claudio Vivas como un firme candidato a ser protagonista a pesar de estar delicadamente comprometido con la tabla de los promedios.

Con la ilusión propia de un nuevo comienzo, al mundo Racing le resulta arduo evitar que el objetivo central de engrosar su promedio se deslice hacia pretensiones más ambiciosas. Lucas Licht, Claudio Bieler y Gabriel Hauche le otorgaron desde la previa mayor luminosidad a un futuro que escaseaba en optimismo. La confianza se aferra en ver los resultados del gran esfuerzo de la dirigencia dentro del campo de juego, para escaparle de forma definitiva a una crisis futbolística insistente.

El condimento extra de dar el primer paso ante un rival directo se presenta como una inmejorable oportunidad para darle forma a la misión prioritaria que tiene el equipo, y para reafirmar la confianza de un plantel que tiene las herramientas para derribar la presión que generan las imperiosas metas a cumplir.

A la espera de culminar la reconstrucción del equipo con la posibilidad de incorporar un defensor central, Racing se prepara para pisar fuerte en un Cilindro de Avellaneda que desbordará en expectativa. La multitud que recibirá a quienes defienden nuestros colores aguarda expectante un triunfo que envié un justificativo concreto para alimentar esa inevitable ilusión que surge en cada uno de los hinchas.

Dentro de un certamen reducido, donde La Academia disputará las primeras tres jornadas en el transcurso de diez días, el inicio será indispensable para clarificar si se está a la altura de las aspiraciones que se plantea tanto el cuerpo técnico como los jugadores. Con el anhelo de que los dirigentes continúen actuando con el compromiso y la efectividad de este último tiempo, ahora la pelota recae nuevamente a los pies de los verdaderos involucrados.

Sin marginar la cautela ni los ojos de la realidad, la previa a un nuevo campeonato indica que hay equipo para dejar de mirar hacia atrás y apostar con fundamentos por un futuro alentador. La presencia de los hechos que le den veracidad a esta afirmación es tan imperiosa como los tres puntos del sábado. El primer paso lo dio la dirigencia. El segundo estará en sus manos. Desde nuestro lugar de hinchas, apoyaremos con la misma fidelidad que nos caracteriza. Seguiremos sus pasos de cerca para que todos ubiquemos a Racing donde pertenece.

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