"Con los jugadores soy feliz, tan feliz como el primer día que llegué y ellos me apoyan. El problema no pasa por ahí". Caruso Lombardi está en una posición que lo incomoda y quedó preso de las palabras que compartió con los líderes del plantel. Su intención, a priori, era que su plazo de dos partidos (Huracán y Boca) para revertir la situación no se hiciera vox populi y que sólo los jugadores la captaran para causar un golpe de efecto. Error: el ultimátum se filtró y el DT ya tiene fecha de vencimiento si el equipo no mejora. Aunque esto no signifique que el Tano tenga ganas de abandonar el barco ni mucho menos.
Ayer, en conferencia de prensa, dejó en claro que su intención es seguir y ello depende de que su Racing reaccione. Espera que los jugadores vuelvan a mostrar esa agresividad que les valió la tapa de Olé vestidos de guerreros y por eso recurre a las fuentes con el ríspido 4-4-2. "La continuidad me la juego hasta ganando. El resultado no es clave, no pasa por ahí, el equipo me tiene que contagiar otra vez. Me tiene que dar ganas de trabajar a full y ver que llega el mensaje", explicó el entrenador, golpeado por el fallecimiento de un allegado a su cuerpo técnico y un problema de salud de alguien mucho más cercano a su entorno.
¿Qué pasa si esta tarde la Academia pierde con Huracán? De no mediar un resultado abultado, Caruso tendrá su última prueba de fuego el próximo jueves ante Boca. El DT, más allá de que necesita una victoria, está más preocupado por el cómo que por el cuánto. Tiene apoyo dirigencial y no será cesado en su cargo aunque no consiga puntos en los próximos dos partidos. El plazo se lo puso él mismo y ya se lo hizo saber a su cuerpo técnico. "Los jugadores se sienten más seguros con el 4-4-2 y los veo bien", analizó el técnico, que insistirá con su esquema preferido para seguir con aire. ¿Llegará la resurrección en el Ducó?
No hay comentarios:
Publicar un comentario