viernes, 16 de octubre de 2009

¿En las manos del Barba?



Arrancó la era de Juan Barbas en la Academia. En principio era como interino, pero el nuevo entrenador ya avisó que si bien depende de los resultados, los dirigentes le dieron crédito hasta fin de año. ¿Se viene otra experiencia traumática como la de Miguel Micó y Guillermo Rivarola?. No hay margen de error.


En otro contexto, con otros tiempos; la designación de Barbitas como DT de la Academia hubiera sido diferente, no haría tanto ruido en la cabeza, ni quitaría el sueño, como sucede al analizar la situación en la que arriba al cargo. Así como alguna vez se le dió la chance de dirigir al Pato Fillol, ahora le tocaría a él, pero la diferencia radica en que en este momento, Racing no está en condiciones de improvisar un técnico. No puede darse ese lujo. El descenso agobia cada vez más y la designación del ahora ex conductor de la Reserva y el Selectivo, es asumir un riesgo enorme. Como lo fue, llevado al terreno de los jugadores, dejar ir a Pablo Migliore por un choque con los dirigentes, en una pelea en la que prevaleció más el orgullo personal que el bien de Racing. O también la venta de Franco Sosa, a una semana de comenzar el torneo. El "lo atamo´ con alambre", a la corta o a la larga sale caro. Es solo cuestión de tiempo. Ya Racing jugó una promoción. Hay que pensar que la dirigencia no evolucionó en este aspecto y repite errores de la impresentable Blanquiceleste.

Que quede claro, desde estas líneas, no se intenta descalificar como técnico a Barbas; nada de eso; es más, quizás le encuentra la vuelta al equipo, y empieza a ganar, pero aún si esto sucediera, el hecho mismo de la elección, no dejaría nunca de ser una moneda al aire. Eso es lo que perturba de esta dirigencia. Simplemente no parece ser el momento para arriesgar tanto de esta manera. Mas aún, da la impresión de ser tiempos de ir a lo más seguro posible, siempre teniendo en cuenta que esto es fútbol y que nadie te asegura nada. Ni Bianchi, ni Maradona, ni Mandrake.

Una situación de desastre futbolístico “similar” esta atravezando River. Ante la renuncia de Gorosito, a las 48hs ya tenia abrochado a Astrada. Sin importar, o mas bien dejando de lado el descalabro que significa esto, teniendo en cuenta que dentro de muy poco tiempo habrá elecciones en Núñez y gane quien gane, quizas decida recindir el contrato al Negro, y le de la conducción del equipo al DT que haya tenido como caballito de batalla en la contienda electoral.

Da la sensación que los nombres de Miguel Angel Russo y José Pekerman son inalcanzables por lo económico y tambien por lo deportivo. Para ellos, venir a Racing en este cuadro de situación significaría tener muchísimo para perder y poco para ganar. Acostumbrados a los grandes proyectos, pelear por no descender no parece ser de lo más seductor para entrenadores de sus pergaminos. En cambio, Gustavo Alfaro, de perfil similar al de Caruso, Nery Pumpido, Ardiles o hasta el mismo Claudio Vivas, aparecen como las opciones más realistas para este momento económico y deportivo del club.

El momento de Racing no admite errores, si bien está clarísimo que nadie garantiza el éxito, la idea de darle más de diez partidos, lo que es lo mismo que decir más de treinta puntos en juego, a un Barbas inexperto; no parece la visión más acertada. Pensar en dejar pasar lo que queda del Apertura con liviandad, y creer que para el próximo campeonato sumando cuatro refuerzos de jerarquía, que por una cosa o por otra nunca terminan llegando, va a estar todo bien, es una quimera o como mínimo, una irresponsabilidad de parte de la nueva dirigencia. La Academia, no sólo no puede pensar hoy en el Clausura 2010, tiene la obligación de pensar ya en Argentinos y en cada partido como una final. No le puede regalar nada a nadie. ¿Puede ser que nunca se escarmiente? La verdad que cuesta creerlo.

Se impone la necesidad de la contratación de un DT curtido y con trayectoria, que le permita tener espalda suficiente para soportar el vendaval que supone penar fecha por fecha por los puntos necesarios para escaparle a la pérdida de la categoría. "Sé que dependo de los resultados", aseguró Barbas; algunos dicen que para su continuidad en el cargo son fundamentales los siguientes tres partidos. ¿Alguien se puso a pensar como puede repercutir en este grupo, frágil desde lo emocional y desgastado por cargar con la cruz del promedio, la sensación límite, otra vez, de que si pierden, el banco quedará nuevamente vacío? A seguir rezando entonces.

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