Castromal con vos

Detrás de una camioneta blanca estacionada en el playón, próximos a la cancha auxiliar y escondidos del resto del plantel y de las cámaras, Lucas Castromán y Ricardo Caruso Lombardi mantuvieron un diálogo que fue subiendo de tono. Apenas terminado el entrenamiento matutino, el ex Vélez ingresó al vestuario y explotó al notar que su apellido no se encontraba en la pizarra en la que figuraban los concentrados para el partido de mañana frente a Huracán. Se sentía incriminado como el único responsable del mal momento del equipo y, al no encontrar al DT, salió al cruce que se dio en el playón del Cilindro.

Allí, según pudo averiguar Olé, Castromán, uno de los referentes del equipo, le pidió explicaciones a Caruso de por qué lo había excluido de la lista y hubo una discusión. El técnico le explicó que no lo tendrá en cuenta para enfrentar al Globo porque se entrenó diferenciado el lunes y el martes por una molestia que arrastra desde el clásico y que además no lo vio bien durante la semana, algo que no convenció al jugador y que, además, le hizo subir más la temperatura. Castromán dijo no entender la explicación y se fue enojado. "Lucas está cansado de los manejos de Caruso, es un tema que no es nuevo y viene desde hace un tiempo", explicó alguien muy cercano al jugador. ¿Cuáles son esos manejos que molestan al jugador? Algunas decisiones y planteos tácticos. Por caso, Lucas se molestó cuando el lunes Caruso reunió a los referentes (Lugüercio, Falcón, Aveldaño, Yacob y Lucero) para hablar de su continuidad y él no fue avisado por estar en el gimnasio. Además, luego de empatar con San Lorenzo, Castromán opinó que "sin la pelota es difícil ir al frente" y Caruso, en Identidad Racinguista, respondió: "Yo no soy el que patea al arco o salta a cabecear. Si uno juega bien o mal se tiene que hacer cargo, yo los pongo en la cancha y después que se ganen el puesto ellos".

Si bien por la tarde ambos bajaron las pulsaciones y negaron la discusión, el encontronazo existió y Castromán mirará el partido contra Huracán desde la platea. ¿Tendrá indulto frente a Boca?