El olor a pintura refresca los cimientos del Cilindro. Las populares toman color, se maquillan para lucir su mejor traje en el inicio de un nuevo torneo y el celeste y blanco se vuelve el encuadre ideal. Estás cada día más lindo che...
Mientras los jugadores y toda la dirigencia tienen sus miras situadas en los próximos jugadores que arribarán a Avellaneda para lucir la celeste y blanca, en el estadio se están realizando tareas de refacción. Y es por eso que el olor a pintura que rodea las adyacencias del Presidente Perón no proviene de ninguna fábrica aledaña sino que de las mismísimas tribunas.
Es que las populares están tomando el color característico de las plateas. Con bastones blancos y celestes, aquel lugar donde es ocupado en su totalidad por entradas generales lucirá un estilo renovado y novedoso.
El estadio, los jugadores, la camiseta, el aliento y el color que tanto caracteriza a esta entidad abrirán la compuerta de la ilusión cuando llegue ese tan ansiado fin de semana y el pitido inicial del árbitro deje librado en el éter el futuro de un pueblo que quiere volver a taparse de gloria.
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