Luego de Saja y Pelletieri, la idea es sumar un volante en la banda izquierda y un defensor central. Que no a Carbonero, que charlan con Mariano González, que quieren a Diego Villar o a Carlos Sánchez, para el primer puesto... Víctor López, Jonathan Botinelli y hasta Sebastián Domínguez suenan para la zaga. Al Cholo, algunos les gustan, otros no tanto.
Mientras exige en lo físico e inculca su idea madre en lo futbolístico, Diego Pablo Simeone también busca alternativas para su estructura. El técnico está contento con las dos incorporaciones, pero pide más. Entiende que hacen falta un volante y un defensor central. Y arroja opciones a la búsqueda de la dirigencia.
Con el no a Carlos Carbonero, la Comisión Directiva debió salir a encontrar otra posibilidad viable para el mediocampo. Lo del jugador de Once Caldas era casi un trámite. Al igual que Teófilo Gutiérrez y Giovanni Moreno, este colombiano llegaría de la mano del mismo grupo inversor que acercó al nueve y al diez; finalmente, compró su pase y lo terminó depositando en el conjunto dirigido por Miguel Ángel Russo, Estudiantes de La Plata. Simeone fue quien se opuso a su llegada, por considerar que posee variantes por la derecha.
El técnico estaría pensando en usar el dibujo más tentador: 4-2-3-1. Con el doble cinco, por ahora, cubierto, con Hauche por derecha y Gio como epicentro (o Toranzo, mientras el zurdo se reponga), ahí le faltaría ocupar un lugar: el mediapunta por izquierda. Para eso, pretende un volante con llegada y sacrificio, y, si se puede, que sea mixto. Mariano González (desligado de Porto) y Diego Villar y Carlos Sánchez (ambos disputaron el último certamen en Godoy Cruz) son las cartas echadas a la mesa.
El primero, de trayectoria académica y gran experiencia europea (también estuvo en Palermo e Inter, de Italia), quedó libre luego de superar una seria lesión en su rodilla y culminar una floja temporada, con pocas participaciones en el elenco luso. Esta historia reciente es la que lleva a Simeone a dudar de aceptar su llegada. Y los dirigentes, vistas las vicisitudes del caso, pidieron a su representante, Miguel Pires, una merma en las pretensiones económicas del futbolista. Por características, es el ideal para venir: se mueve por ambas bandas y es alternativa en el ataque, ante un eventual cambio de táctica. Su incierta condición física lo condiciona.
Diego Villar y Carlos Sánchez (si recala en Racing, el uruguayo ocupará el cuarto cupo de extranjeros) son dos profesionales pretendidos por varios clubes locales y Godoy Cruz ha sabido cotizarlos, debido a las buenas actuaciones de ambos y las considerables campañas del equipo de Jorge Da Silva. Para traerlos, la Academia debería recurrir a un grupo empresario que se haga con porcentajes de sus pases y los acerque a Avellaneda. El punto positivo: ambos son del paladar del entrenador. En las últimas horas también se oyó un mediocampista central juvenil, desconocido, un eventual “tapado”, por el que se preguntaron condiciones.
La zaga central también quiere asegurar Simeone. Sebastián Domínguez y Jonathan Botinelli son los apuntados por el técnico, según contó a sus íntimos. Al marcador de Vélez se le terminó el contrato y fuentes cercanas al Cholo afirmaron un contacto informal entre el DT y el ex Newell´s, Estudiantes y América (México).
Entre nombres de aquí, el medio local, y nombres de allá, fuera del país, se buscan refuerzos. Todavía no hay certezas, ni pre acuerdos. Las condiciones económicas, futuras ventas y el tiempo depararán el futuro del elenco albiceleste.
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