martes, 17 de agosto de 2010

Una actuación para nada flaca

Claudio Yacob, quien pudo jugar por el artículo 225 pedido por Bruno Zuculini, tuvo un papel estelar en el triunfo ante Boca: instaló una verdadera trinchera en el mediocampo, recuperando el balón con fiereza y entregándola siempre para un compañero libre.

El destino quiso que fuera justo él quien estuviera en el lugar y momento precisos para indicarle a la redonda el camino hacia la red. Dio la impresión que le puso el corazón para que ella viajara mansa hacia el arco rival. Justo él, que con la misma intensidad despierta entre los hinchas académicos sentimientos de respaldo y repudio. Justo él, que casi se pierde el clásico por una injusta tarjeta roja recibida en el debut ante All Boys. Claudio Yacob, quien pudo jugar por el artículo 225 pedido por Bruno Zuculini, tuvo un papel estelar en el triunfo ante Boca.

En los primeros minutos, al mediocampista le costó acomodarse al igual que al resto del equipo. Pero de a poco se fue desplegando con personalidad en la mitad de la cancha. En el complemento, Yacob sacó a relucir aquella garra que lo caracterizó en sus inicios en La Academia: instaló él solo una verdadera trinchera en el mediocampo, recuperando el balón con fiereza y entregándola siempre para un compañero libre. Desde allí, colaboró para construir la victoria alcanzada en la Bombonera. Quizás, el destino quiso hacerle un guiño cómplice y le concedió la posibilidad de marcar el gol del empate, ese que le abrió a Racing las puertas para soñar con una victoria. Ojala que en ese festejo eufórico La Flaca haya podido reencontrarse con su mejor versión, esa que el equipo tanto necesitará para poder pujar por un lugar en la cumbre de la gloria.

En el torneo pasado, los altibajos pronunciados en su rendimiento habían provocado que Yacob quedara en el ojo de la tormenta. Y, tras aquel penal errado ante Argentinos, más de un hincha hizo caer sobre el una sentencia lapidaria que parecía irreversible.

Antes del comienzo del torneo, hubo rumores de que podía alejarse de Avellaneda. Pero el destino quiso que ninguna se concretara y que el capitán continuara en La Academia en busca de una revancha.

En el debut ante All Boys, La Flaca había tenido una buena actuación aunque recibió una tarjeta roja. Cuando se supo que pedirían el artículo 225 para que pudiera estar en el clásico, más de un hincha se preguntó si valía la pena utilizar esa medida. Y Yacob pareció responder ese interrogante en el lugar indicado: dentro de la cancha. En la mismísima Bombonera puso en jaque cada avance del rival con la habilidad y temperamento que hasta hace algún tiempo parecían adormecidos en él.

Si Yacob lograr reencontrarse con lo que supo ser, las ilusiones de Racing ya no serán "flacas" sino que podrán empezar a aumentar de peso hasta convertirse en realidad.

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