Tras la estrepitosa caída en Lanús, el técnico de Racing, Miguel Ángel Russo, enfrentó los micrófonos y, en una acotada conferencia de prensa, admitió lo errores sin ser tan explícito. Irritable, susceptible, como ante cada derrota, tiró: “Lo sufrimos por nosotros”.Cuando cayó ante Boca se encontró con lo imprevisto. Y lo tocó. Y se quejó por la falta de refuerzos. Cuando perdió con Estudiantes, el golpe fue amenguado por la magnitud del rival. Hoy, el 4 a 1 que le proporcionó Lanús no lo desbordó como en el primer resultado magro, pero lo dejó con un sabor muy amargo. Miguel Ángel Russo habló poco, seco y distante, tras el final del partido.
“Duele perder. En algún momento del partido fuimos amplios dominadores, superiores. Lo pudimos haber definido y no lo hicimos”, propinó en su primer análisis.
La Academia presentó una defensa nueva e ignota. Pero para Miguel no estuvo ahí la grieta. “No creo que haya estado ahí la dificultad”, aseguró. Y explicó: “En el principio encontramos el ritmo, pero cada vez toman más precauciones sobre nosotros. En la primera llegada se encuentran con el gol y ahí cambia un poco el partido; pero, al estar 1 a 1, lo sufrimos por nosotros”.
Entonces, ¿entró superado el equipo, Miguel? “No, el equipo no se confió. Nos faltó concretar en el momento justo, nos desesperamos”, remarcó, a lo que luego sorprendió con un “me hago responsable de todo, de la derrota, de todo”.
“No me quejo por tener tantos juveniles en el banco, porque lo sabíamos desde principio de año. Además, ¿de qué vale quejarse?”, enfatizó el entrenador, molesto desde el inicio del torneo por la falta de peso en los relevos.
Antes de retirarse, cerró con una negativa a responder si el partido se perdió por errores propios: “No quiero hablar de eso. La autocrítica la haremos en la semana”. Pero la sentencia ya estaba marcada, porque antes había soltado sigilosamente: “Lo sufrimos por nosotros”.
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