domingo, 27 de marzo de 2011

¿Que más podemos hacer?


En partido increible, la banda se hizo presente en el Sur. Una bofeteada a la cara que dejo a todos los hinchas de la gloriosa academia con una semana negra en lo animico. Los jugadores, ¿Se prodán levantar de este golpe?

Un golpe profundo al corazón y a la razón. La inestabilidad de un conjunto afectó, otra vez, la noche y semana de todo un pueblo que sólo quería gritar a los cuatro vientos que este equipo era el puntero.
La inexplicable derrota de esta tarde se sintió por todo Avellaneda y por todo Lanús. Como una realidad distante de la misma, la gente se acercó al estadio con el transporte que encontrara: Autos, micros, motos y tren fueron los protagonistas.
Una hora y media antes del comienzo del cotejo La Guardia Imperial ya había colocado sus banderas en los lugares correspondientes y los bombos se escuchaban por  toda la cancha. “Racing es mi alegría, yo por vos, dejo la vida, ni la quiebra tampoco el descenso, nada puede con el sentimiento que siento por vos, yo te llevo en el corazón, por eso vengo, La Acade, mi pasión, la alegría de mi corazón, la acade, siempre voy, esta hinchada quiere ser campeón” entonaban eufóricos los simpatizantes académicos.
Los jugadores de Avellaneda salieron al campo de juego a realizar el precalentamiento correspondiente y los hinchas narraban: “La acade la acade la acade, la acade te vinimos a ver, te llevamos en el corazón, te queremos ver campeón”.  Un deseo que parecía más fuerte que nunca antes de la iniciación del encuentro, una vez finalizado el mismo, la situación fue completamente diferente.
“Racing mi buen amigo, esta campaña volveremo a estar contigo, te alentaremos de corazón, esta es tu hinchada que te quiere ver campeón, no me importa lo que digan, los del rojo y los demás, yo te sigo a todas partes, cada vez te quiero más” deliraban los enfermos por La Academia cuando sus hombres de sueños y esperanza salían al campo de juego.
El partido comenzó y Racing se quería apoderar del recorrido de la pelota. Un partido clave para levantar la imagen y el autoestima de los profesionales para poder buscar un lugar en la punta del campeonato.
La gente que fue hasta el sur decía que “No me importa en que cancha juguemos, a La Academia la sigo a donde va, vamo acade, vamo a ganar, Avellaneda todo el año es carnaval”. Un carnaval que espera algún día ser devuelto con la misma intensidad desde adentro del verde césped.
Pero los rivales de turno eran los granates y también había párrafos apartes para ellos: “No tienen gas, no tienen luz, son los villeros de Lanús”“Ahí están, ahí están, todos los putos que van juntos al mundial”.
La primera pelea se produjo en la popular, cuando dos hombres con sus respectivas novias, iniciaron una pelea a puños cerrados por los insultos de uno hacia los jugadores y el “sh” del otro.
Luego del gol de La Academia, la gente entonaba con todos sus fuerzas “Tenes que salir campeón, este es el año, ustedes poniendo huevos y yo alentando, hace mucho tiempo, que la vuelta yo quiero dar, y este año academia no me podes fallar, vamo acade”.
El primer tiempo se iba consumiendo y la gente cantaba “Llega el domingo y yo te vengo a ver, yo soy desde pendejo hincha de la acade, cada partido me vuelvo a enamorar, llega el domingo y todo vuelve a empezar, nose porque te quiero así, Racing sos mi alegría, Racing me hace sentir, todo ese amor, esa ilusión, la de toda la gente que te quiere campeón”.
El sonido del árbitro del encuentro sonó y la gente buscaba un lugar para sentarse y descansar esos 15 minutos que parecen ser una hora. En ese instante se produjo la segunda pelea de la tarde por parte de los simpatizantes académicos pero no paso a mayores ya que los amigos de ambos separaron la discordia.
El segundo tiempo comenzó y Lanús se acercaba con demasiada fuerza hacia el arco de Jorge De Olivera.
Primera falla de De Olivera: Gol del Grana. “Ponga huevo, huevo La academia, ponga huevo huevo sin cesar, que esta noche cueste lo que cueste, esta noche tenemos que ganar”.
Segundo error del guardameta: Dos a uno. “Hay que poner Racing, hay que poner Racing, hay que poner un poco mas de huevo, la banda va alentar, la banda va a alentar, y vamos a salir primeros”.
Tercer problema: la diferencia aumento a dos a favor de los locales. “No podes la acade, a donde vallas te alentamos siempre, no somo amargo como es Independiente, y esta noche no podes perder”.
Para coronar una noche horrible, otro error más del “1” académico y el partido paso a tener un resultado aplastante: Lanús 4- Racing 1.
Pese a esto la banda cantó: “Aunque ganes o pierdas no me importa una mierda, sigo siendo de Racing no lo voy a cambiar, somos La Guardia Imperial, todavía cantamo, todavía alentamo, vamo vamo academia, vamo vamo a ganar”.
El partido finalizó y se escuchaba por todo el Sur: “Ganes o pierdas a mi me da igual, mira como alienta La Guardia Imperial”.
Que decir de un encuentro así. La semana no va a ser la misma y las ganas de llorar rodean el alma de todos los racinguistas. Un sueño que empezó más fuerte que nunca y en una semana parece desmoronarse como un glaciar calentado por el sol.
No hay palabras para describir el momento, no hay nota que pueda demostrar lo que sentimos, aun no se perdió nada, pero cada partido es un granito de arena para terminar lo mas arriba posible. Mucha fuerza academia.
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