Nuevamente la Academia volvió a perder por falencias propias. Más allá del partido con Lanús, aparecen muchos puntos para analizar. Uno de ellos: Si se sabía que Racing sufre por su arquero y había tiempo a reforzar hasta el viernes, ¿Por qué no se trajo un arquero?
Ante Boca, Aveldaño y Licht por un desatención en el retroceso le permitieron al equipo de Falcioni ganar el partido (el arquero podría haber hecho bastante más de lo que hizo). Con Estudiantes, nuevamente Licht comete un acto fallido saliendo a presionar solo, y López la mando a guardar (De Olivera no respondió). En los choques que Racing ganó pero que le convirtieron, el arquero en mayor o menor medida fue responsable.
Ahora bien, la pregunta es la siguiente: ¿Qué culpa tiene De Olivera que lo hayan contratado para trabajar en Racing? El guardavalla traía con él un descenso con Chicago y pocos minutos en Colón. Con estas cartas en la mesa: ¿Podés pelear un torneo con un arquero de esta magnitud? Estos son los momentos en los cuales pienso ¿por qué dejaron ir a Migliore? Personalidad, actitud, atajó en Boca, en su paso por la Academia rindió muy bien y vaya a saber uno porque lo dejaron ir cuando su pase era de cifras escasas para lo que es el fútbol argentino. Migliore tiene en si mismo todo lo que a este equipo le falta. Por un capricho dirigencial se fue. El mismo capricho que hizo que Racing no contrate un arquero de jerarquía, porque los “popes” le dijeron al DT que con De Olivera estábamos bien.
Aunque parezca escueto el análisis del partido, hay que destacar que Lanús planteó ganar el juego a las espaldas de Aveldaño con la explosión de Regueiro. Los de Russo, con la baja importantísima de Martínez (ausente por gripe), buscaron con el tridente de ataque contragolpear. No tuvo rédito en ese sentido. De hecho el gol llega por un tiro libre. En la primera etapa, parecía que el Grana no lograría su objetivo ya que el uruguayo Regueiro no estaba siendo fino en ofensiva. Pero, en la segunda parte y luego de un pésimo calculo de Aveldaño, la pelota la tomó el Charrúa y De Olivera le regaló todo el primer palo para que las cosas estuvieran 1-1. De ahí en más, lo temores volvieron a aparecer. Cáceres no estaba, Martínez tampoco y arquero hace rato que se busca. En el segundo gol volvió a mostrar su poca técnica de arquero y rechazó horrendamente un balón que le cayó en el pecho a Valeri, quien puso un centro al punto de penal (no cierra Aveldaño) y tras recibir un pase de cabeza Carranza pone el 2-1. El tercero de los tantos llega mediante un centro frontal que es desviado por IzquierdoZ dentro del área chica (zona del uno). De ahí en adelante el juego se desvirtúo. El sello lo pondría Guido Pizarro, cuando quedaban pocos minutos y con un contragolpe los dirigidos por Schurrer cerraron el trámite.
“Tenemos menos equipo que el torneo pasado” decía Russo en la previa al torneo. “Se fueron cuatro jugadores y llegaron dos, igual vamos a intentar dar pelea” agregaba. “Quiero un jugador por línea y reforzar en los lugares que se me vayan jugadores” remataba el DT en plena pretemporada. Vaya se tenía razón. Se fue José Luís Fernández, no vino nadie. Se fueron dos suplentes como Ayala y Bieler (Castromán no califica), no vino nadie. Fue mucho lo que el entrenador insistió con un defensor, ya que había pedido a Desábato y no llegó nadie. Que triste es saber que por errores de escritorio hoy la punta no está en Avellaneda. No se trajo lo que se pidió y jugadores como Migliore (hace mucho pero vale no olvidar), Fernández estaba en club y se malvendieron desperdiciando sus dotes dejándolos ir por histerias. Duele Racing, duele.
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