lunes, 28 de marzo de 2011

Amanecer de una semana agitada

La goleada sufrida en manos de Lanús bajó de un gomerazo al equipo de Russo del primer puesto y le dejó agujerada su chapa de serio candidato. En la vuelta a los trabajos, el entrenador deberá lograr que el equipo supere su eterna metamorfosis.

“Con este arquero no se puede ser campeón”, “No hay recambio”, “Con Toranzo solo no hacemos nada”, “El entrenador es muy obstinado con el esquema y demora en los cambios”. Esas fueron algunas de las sensaciones de los hinchas tras la goleada sufrida en manos de Lanus, derrota que bajó de un gomerazo al el equipo de Russo del primer puesto. Y que le dejó agujerada su chapa de serio candidato.
No será una semana más en la vida de este Racing que sufre su eterna metamorfosis: de aspirante a la pelea a un equipo que comete errores infantiles sin escalas. Por estas horas, el entrenador tendrá una tarea vital por delante: encontrar respuestas y soluciones para aquellos axiomas que estallaron a la vista de los propios hinchas y, seguramente, de los protagonistas.
Si estuviera en la casa de Gran Hermano, Jorge De Olivera sería sin dudas el próximo nominado para abandonar el juego. Es cierto que en los goles, la defensa fue un participe necesario. Pero no se puede dejar de mencionar que también influyeron dos aspectos: el uno académico no sabe sacar con precisión desde el arco (algo que viene sucediendo desde hace rato) y es muy dubitativo e inseguro a la hora de salir a cortar un centro o a achicar en una jugada. Su desempeño en los últimos tiempos indica que, así como es capaz de tener tapadas fenomenales, suele cometer errores que fuerza al equipo a sacar del medio. Mientras intentaba digerir la goleada, más de un hincha se preguntaba si no había llegado la hora de probar con Mauro Dobler o Roberto Fernández. Se sabe que el puesto de arquero no es sencillo reemplazarlo abruptamente porque, como se dice en el barrio, “eso es quemarlo”. Pero, tras los noventa minutos frente al Grana, el entrenador estará obligado a mirar hacia los tres palos y buscar la mejor solución.     
Esta claro que, frente a Tigre, el DT podrá volver a la defensa habitual (con el regreso de Marcos Cáceres y Matías Martínez). Pero, una duda que quedó flotando en el ambiente fue: ante el imprevisto (por un malestar físico) de no poder contar con Martínez, ¿no hubiese sido mejor apelar a otro sistema en la última línea? Bajo ningún aspecto se trata de hablar “con el diario del lunes bajo el brazo”, sino que se trata de mirar bajo la lupa los errores (u horrores) cometidos para que el futuro inmediato depare más sonrisas que desilusiones. Porque Racing ya dejó en claro que, si no da ventajas infantiles y no se desconcentra, será difícil que un equipo rival le gane cómodamente y sin despeinarse.
A diferencia de otros partidos, en ofensiva, Racing no pudo facturar en los momentos que fue protagonista. Y, seguido a ello, pagó muy caro los titubeos en la última línea. Cuando el partido ya estaba liquidado, no salió ni el tiro del descuento.  
Las derrotas obligan a volver al trabajo sin demoras. Hoy el plantel comenzará los entrenamientos de cara al próximo compromiso que será de local ante Tigre. Justamente en casa (donde cosechó dos de las tres derrotas del torneo) deberá levantar la nariz del piso y volver al ruedo.
“Racing fue protagonista a pesar del resultado”, “El equipo no traicionó su idea”, “Perdimos por errores individuales”, fueron las conclusiones de los hinchas más esperanzados y optimistas. Y, entre la esperanza y el desasosiego, deambula un equipo que deberá conseguir una victoria que ponga fin a una semana agitada.

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