lunes, 21 de marzo de 2011

No se pincha la ilusión

La Academia cayó por 1 a 0 ante Estudiantes, con gol de Rodrigo López. El equipo de Russo hizo un buen partido y le anularon mal un gol. Racing quedó segundo luego del triunfo de Olimpo.

Pudo ser empate porque ninguno de los dos acertaba en la red y las jugadas claras escaseaban. Pudo ser triunfo de Racing por aquel gol exquisito de Gutiérrez mal anulado por el árbitro. Pero finalmente los tres puntos se los llevó Estudiantes, en una de esas jugadas que nada tuvieron que ver con el transcurso del partido. Así, el equipo de Russo cayó por 1 a 0 ante el último campeón del fútbol argentino y ambos quedaban momentaneamente en la cima del torneo con 12 puntos, hasta el triunfo de Olimpo, que les sacó un punto de ventaja.

Racing comenzó el partido tocando, abriendo la cancha y con dominio del balón. A los dos minutos, Licht mandó un centro pero Teófilo no llegó a tiempo. Minutos después, hubo un remate de Lugüercio que controló Orión y uno de Gutiérrez que se fue por arriba. Cuando Estudiantes quería avanzar, Racing lo presionaba inteligentemente, ahogándolo en la salida y aprovechando los rebotes. Al equipo de Russo solo le faltaba profundidad en los últimos metros. A los 14, hubo un tiro de Verón que despejó De Olivera. A los 18, Hauche remató afuera tras pase del Payaso. Dos minutos después, hubo un remate de Verón que atajó el uno académico.

A los 22, De Sabato cabeceó afuera. Racing comenzó a bajar la intensidad de su juego y le cedió el balón al rival. Eso le permitió al equipo de Berizzo crecer en el juego. A los 27, hubo un remate de de Pérez que se fue afuera. Un minuto después, Licht ejecutó un tiro libre que Martínez no pudo conectar. Estudiantes tenía en Enzo Peréz a su hombre más desequilibrante. A los 34, Hauche remató al arco y la pelota fue despejada primero por el arquero y luego por Fernández. Cuatro minutos después, De Olivera dio un rebote tras un córner y Racing pasó alguna zozobra. A los 42, Teófilo metió un pase para el Demonio pero el ex Argentinos no pudo definir. Un minuto después, Verón la cedió para Roncaglia pero el jugador no llegó. Así el primer tiempo bajó el telón sin situaciones netas de gol y con la intención de ambas partes de manejar el balón con criterio y sin pelotazos.

En el arranque del complemento, Estudiantes manejó mejor la pelota pero pareció ser La Academia quien se mantuvo más firme en la búsqueda de gol. A los cinco minutos, hubo un remate defectuoso de Toranzo y, minutos después, Lugüercio no pudo terminar bien una larga arremetida por la banda. Cuando el partido se hacía cuesta arriba, apareció el artillero colombiano. A los 16 minutos, Teófilo remató exquisito y sacudió la red pero la jugada fue anulada por un fuera de juego inexistente. Mientras tanto, el Pincha se acercaba con alguna pelota detenida ejecutada por Verón. A los 25, hubo un remate de Hauche que se desvió en De Sábato. La Academia tenía las intenciones, iba al frente, pero le faltaba claridad en los últimos metros mientras que Estudiantes parecía conforme con la igualdad. Ambos equipos pecaba de cautelosos e imprecisos. Russo mandó a la cancha a Zuculini por Toranzo.

Y entonces, cuando parecía que el empate era inamovible, el león anestesiado pegó el zarpazo: a los 39, López la picó por arriba de De Olivera, que había quedado adelantado. Demasiado premio para un equipo que hacía rato que había firmado el empate. Golpeado por el gol, Racing intentó empatarlo hasta el final. A los 45, Cáceres mandó un centro para Gutiérrez que no pudo resolver. Ya en el descuento el ingresado Barrientos estrelló una pelota en el ángulo. Aunque mereció más, Racing se quedó con las manos vacías. La cara desencajada de Russo graficó la desazón académica. Una prueba más en el camino de un equipo que ya demostró que jamás tira la toalla. Y que, abrazado a su fútbol, la ilusión no se pincha.

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