La segunda etapa de un intenso día de entrenamiento arrancó a las 17 y tuvo como eje central un trabajo táctico que incluyó dos equipos de diez jugadores.
Fue una mañana intensa. Pero el plan del entrenador Claudio Vivas no terminó allí.
Luego de los trabajos, veintidós jugadores fueron a almorzar y descansar al hotel. Una vez de regreso a Avellaneda, a las 17, dio comienzo el segundo turno. De entrada, se realizaron tareas de precisión, casi todas con marcaje.
Luego, se llevó a cabo la tarea central: un trabajo táctico en el que se armaron dos equipos conformados por diez jugadores. En uno de ellos estuvieron Mercado, Aveldaño y Cahais (luego Ledesma); Lluy, Yacob, Wagner y Lucero; Lugüercio, Caballero (luego Ramírez) y Castromán. Los jugadores se ubicaron en la mitad de la cancha y, con la presencia de un arquero para el conjunto al que le tocaba defender, se desarrollaron diversas situaciones de juego: cómo esperar los saques de arco, las salidas desde la defensa con presión y movimientos en bloque.
En cuanto al plano futbolístico, ante las ausencias obligadas de Matías Martínez y Marcos Cáceres, Vivas probó con Gabriel Mercado, Lucas Aveldaño y Matías Cahais en el fondo.
En el medio de la cancha experimentó con Brian Lluy, Claudio Yacob y Adrián Lucero. Todavía no dejo en claro si jugará con enganche.
El DT maneja la posibilidad de jugar frente a Estudiantes con tres atacantes: Lucas Castromán, Pablo Lugüercio y Pablo Caballero.
A pesar de que se pudo ver algunos indicios del posible equipo, mañana será la práctica de fútbol formal, desde las 16 en el Cilindro. Después de la táctica y el doble turno, allí se empezaran a unir las piezas del equipo que enfrentará al Pincha.
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