En su séptima jornada como entrenador, Claudio Vivas organizó dos entrenamientos. Durante la mañana se llevaron trabajos que pusieron el énfasis en mejorar los aspectos defensivos. Damián Steinert tuvo sus primeros contactos con la pelota tras el esguince de rodilla que lo mantuvo lejos de la cancha.
En el séptimo día, Claudio Vivas no descansó. Lejos de eso, organizó dos turnos de entrenamientos para ver si puede encarrilar a un plantel que viene barranca abajo.
Durante la mañana, se realizaron trabajos físicos relacionados, en su mayoría, con aspectos defensivos.
En la primera parte de la intensa jornada se apuntó a mejorar el ritmo futbolístico y también se intercalaron movimientos de fuerza realizados en el gimnasio. Los jugadores fueron divididos por líneas. Así, defensores, mediocampistas y atacantes ensayaron diversos aspectos propios de partido: uno contra uno, rebotes, pelotazos largos, desbordes y reagrupamientos en defensa.
En el área de defensa, se colocaron tres pasajes de cintas paralelas a las bandas para marcar las zonas, herramienta que también sirvió para que los delanteros desarrollaran movimientos de presión que desembocarán en la conversión de un tanto. En esos ejercicios Damián Steinert pudo volver a tener los primeros contactos con la pelota. El jugador se recupera de un esguince de rodilla.
La puesta a punto continuo con el segundo turno que arrancó a las 17 horas. Esta claro que Claudio Vivas no esta dispuesto a escatimar tiempo ni esfuerzos para que sus dirigidos empiecen a ponerse a tono con sus ideas.
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