jueves, 12 de noviembre de 2009

Banderas en tu corazón...


Varios simpatizantes académicos están organizando para el domingo un banderazo en repudio a las autoridades del club, pidiendo su renuncia y el llamado a las fuerzas opositoras para la diagramación de un nuevo poder político. Algunas consideraciones al respecto.


“Renuncien y Vuelen”, “Molina y Podestá nos están matando a todos” y “Fuera RV”, son algunas de las pancartas que expresan ideológicamente a este grupo de simpatizantes que el domingo marcharía en contra de Racing Vuelve. La furia por el actual presente de la Academia ha creado un clima desestabilizador que resulta descabellado en un club que viene de salir de casi una década de una dictadura empresarial.

No cabe ninguna duda de que las principales personas habilitadas a reclamar a quienes los representan son los socios de una institución, en este caso, la racinguista. Ellos son los dueños de la misma, quienes la dirigen solamente son sus voces en el mando. Quienes fueron elegidos el 21 de diciembre gobiernan en nombre de todos los socios, los que los votaron y los que no. Rodolfo Molina y Pablo Podestá asumieron un compromiso por tres años debido a que triunfaron en elecciones democráticas lícitas. Ellos están comprometidos con el club y deben seguir estándolo por el lapso establecido. Aquellas personas que depositaron su confianza en ellos deben ser responsables ante su elección. Y aquellas que optaron por otras agrupaciones deben respetar a los actuales dirigentes hasta las próximas elecciones. Así funciona la democracia, así funciona Racing luego de haber luchado durante 10 años contra una empresa ilícita, dictatorial y corrupta. Nada, absolutamente nada, debe ir en contra de este régimen.

El domingo, los simpatizantes académicos, en todo su derecho, efectuarán un banderazo, mostrarán ante sus representantes su descontento con el presente deportivo del club. Ahora bien, pedir la cabeza de aquel que preside el fútbol profesional, entendiendo por ello al presidente del club, resulta un disparate, una demanda ilegítima. Racing Vuelve gobierna debido a que su legitimidad está amparada en las elecciones efectuadas en diciembre. Cualquier intento de desestabilización es ir en contra de Racing, en contra del bien de la institución.

Algunos simpatizantes de Racing parecieran olvidar que el club es mucho más que un equipo de fútbol. En torno a la institución albiceleste se mueven miles de personas, ya sea en el predio Tita Mattiussi, en sus sedes realizando diversos deportes, ya sea en su acción solidaria o en la integración a la comunidad a través de la escuela. Y vanagloriar a aquellas bestias que han devorado todo lo referente a Racing fuera del de lo estrictamente futbolístico también es ir en contra del bien del club. Quienes piden la vuelta de Marín justificando sus deseos a través de la obtención de un campeonato han quedado completamente ciegos ante la adjudicación de aquel título. Un campeonato era todo lo que necesitaba Blanquiceleste SA para refugiarse en ese logro con el objetivo posterior de vaciar las arcas de la institución. Vaya si lo lograron.

Otros hinchas de La Academia piden la vuelta de Lalín, o de De Stéfano sin ser concientes que esos personajes llevaron a Racing a la situación en la que se encuentra. Los socios albiceleste deberían realizar un mea culpa y considerar que parte de la responsabilidad la tienen ellos mismos al elegir a sus gobernantes. Y justamente este es el principal punto positivo de la democracia, la elección, que puede ser acertada o no, pero que siempre da la posibilidad de remendar los errores cometidos cada cierta cantidad de años. Si el 21 de diciembre las personas elegidas no terminaron satisfaciendo a sus seguidores, éstos en dos años tendrán la posibilidad de cambiar su foco, su orientación política, siendo responsables, ya que democracia sin responsabilidad resulta inoperante. La empresa, legítima a partir de un contrato ilícito, no daba la posibilidad de cambio. Este hecho por sí sólo debería bastar para respaldarse en el sistema democrático que rige y, por consiguiente, respetarlo.

Aquel que piense que desde Racing.com.ar, por criticar las maniobras de la dirigencia albiceleste, se está contribuyendo a desligitimar al presidente y a su vice está completamente equivocado. La función que tiene el periodismo de esta página, y de cualquier otra, es la de informar y formar. La misión es criticar, pero eso no significa que ésta sea de una manera despectiva e infundada. Siempre se trata de construir notas a través de hechos en concreto y fuentes fidedignas. Si desde el sitio se cuestiona con dureza algunas decisiones tomadas por los directivos del club es porque desde el inicio mismo de la confección de la agrupación Racing Vuelve, Racing.com.ar enumeró todas las irregularidades en torno a su postulación a la presidencia de la institución. Por eso mismo, Racing.com.ar tiene el derecho a opinar, hoy más que nunca, de la situación que atañe al club. Pero siempre respetando las normas y siempre yendo en pos del bien de Racing Club.

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