lunes, 24 de enero de 2011

Tomate un vino y olvidate

Racing igualó sin goles ante CASLA en Mendoza. Con Toranzo como bandera, los de Russo apenas desplegaron fútbol durante 20 minutos del complemento. Falta equipo y refuerzos.

Los pocos (de acuerdo a la convocatoria habitual) que acudieron al Malvinas Argentinas  se han llevado poco y nada. Si mas consignas que despejará el futuro que reflexiones concretas sobre el porvenir de ambos grandes. No obstante, es evidente que de mantenerse el objetivo que se planteó previo a la culminación del torneo, donde la dirigencia adujo que el Clausura debía ser "el torneo" de Racing, con el material que hay será complejo mantener la expectativa impartida oportunamente. Dato no menor, ya que en las últimas manifestaciones públicas se dejó a entrever que no hay oportunidades concretas para  reforzar el team albiceleste.
La noche marplatense, en la que se ponía en tela de juicio el semblante del plantel arrojó resultados positivos, ante el River alternativo de López. Mientras que la prueba en la tierra del vino pasaba por demostrar lo logrado contra los millonarios en el cruce con los titulares de Ramón. No pudo ser.
El primer tiempo mostró las carencias futbolísticas de ambos: la hibrides de la Academia de tres cuartos en adelante y la misma consideración para los azulgranas. El dato alentador fue la línea defensiva que ha impuesto Russo para 2011 y donde no ha mostrado crueles falencias. Los primeros cuarenta y cinco minutos dejaron ver al Racing que se despidió el año pasado: Gio jugando de frente al arco, pero a 50 metros del mismo, falta de astucia en los metros finales y, salvo el aporte incansable desde el buen trato al balón de Toranzo, poco punch y cambio de ritmo producto del acartonamiento de las líneas.
Aquel remate de Pato Toranzo, que terminó en gol por los porotos ante GELP y sirvió para cerrar una gran maniobra con River en Mardel, fue de lo más auspicioso que dio Racing en toda la noche. Porque Moreno continuó en su afán de jugar de frente al arco pero lejos del mismo y cuando se decidió a ir en busca de Albil la marca escalonada de los defensas de Boedo fue un escollo inexpugnable. Lugüercio y Hauche quedaron alejados de la línea de volantes y ni Licht por izquierda o Pillud por el otro sector fueron incisivos en ofensiva.
San Lorenzo solo arremetió con centros punzantes de las bandas que De Olivera dudó en sus respuestas y poco más. Mas es lo que debe dar Racing adentro y afuera de la cancha: los que están terminar de ordenar ciertos aspectos generales ya mencionados y desde los escritorios sumarle refuerzos a un plantel que necesita la inyección de jugadores clave para dar el tan soñado "salto de calidad".

www.racing.com.ar

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