La Filial Catamarca fue testigo de una nueva edición del emprendimiento que colma de satisfacción a chicos de muy bajos recursos. En esta ocasión, se ofrendaron diez camisetas y quedaron por entregarse otras tantas para el mes de febrero. La alegría de todos los participantes se entrelazó en un abrazo bien académico.
La felicidad se tradujo en sonrisa, en saltos de alegría. La manifestación exultante fue de los nenes catamarqueños, quienes recibieron en sus manos una camiseta de Racing, con el blanco y celeste radiante en sus bastones y una leyenda grabada a fuego: Identidad Racinguista.
Los menores, apadrinados en un taller infantil que se desarrolla en la sede de la filial, resultaron sorprendidos cuando, en una tarde más de actividad, vieron con ojos grandes (bien abiertos) las camisetas albicelestes en manos de Alejandra Cowes, icono importante de la delegación. A partir de ahí, todo fue un goce indescriptible.
La indumentaria servirá para la actividad de una escuelita rural, ubicada en la zona y apadrinada por la filial. El juego de camisetas que se destinará en el mes de febrero, reforzará la actividad de fútbol que se realiza en el lugar.
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