Los jugadores se reunieron en el vestuario para limar los puntos de conflicto surgidos en estos días. Teo pidió disculpas, primero a su entrenador y luego a sus compañeros, por la actitud tomada, y fue comprendido. El plantel intenta apartar las asperezas y encolumnarse en el único objetivo: el título.
El plantel de la Academia vivió días agitados en estas últimas dos semanas. El empate en el clásico de Avellaneda desató inconformidades, molestias, pensamientos ocultos, rispideces y debates internos. En fin, varios puntos de conflicto que entre ayer y hoy tuvieron un recorte. Los propios jugadores tomaron la decisión de menguar las llamas y centrarse en lo que resta del campeonato. El cuerpo técnico, por su parte, recibió las disculpas debidas de Teófilo Gutiérrez por el faltazo en San Juan y todos felices.
El plantel entrenó ayer a puertas cerradas, pero antes de salir a la cancha se juntó en el vestuario, sin la presencia del Cholo Simeone, para desactivar los resquemores, unir sus voluntades y ponerlas al servicio de Racing. Además, coincidieron en que tomarán medidas propias en el campo de juego, sin apartarse de la idea central propuesta por el entrenador. El punto de partida para esto es que todos creen que hay equipo para más, para experimentar riesgos, para atreverse en lo ofensivo, sin descuidar la rigurosidad defensiva y táctica.
En cuanto al affaire con Teo, sus compañeros aceptaron las disculpas, comprendieron el estado físico del jugador y, públicamente, algunos de ellos salieron a respaldarlo. Simeone también olvidó lo pasado y lo vuelve a tener como figura central en su ataque. El colombiano estará presente el próximo miércoles ante Lanús.
Ese partido marcará el comienzo de un nuevo torneo para la Academia. Porque mucha agua pasó bajo el puente. El puntero del Apertura le renovó la oportunidad, el fin de semana pasado, y ahora se quedó sin Viatri y tiene a Riquelme en la cuerda floja; Atlético Rafaela demostró no ser un candidato de peso en la lucha por el título; y este Racing, ahora pacífico, y con la vuelta de algunas piezas importantes (Toranzo y Teo), intentará dejar de amenazar para transparentar su verdadera fuerza y erigirse como el único candidato a arrebatarle el sueño a Boca.
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