El vicepresidente Pablo Podestá se reunió con el delantero Mariano Pavone. El ex Estudiantes se mostró entusiasmado de jugar en Racing y poder compartir equipo con su amigo Pablo Lugüercio. Pero el presidente del Betis, José León Gómez, dejó en claro que no está dispuesto a negociarlo.
El payaso Luguercio podría ser el imán que atraería con fuerza un nuevo refuerzo. “Si juego con él en Racing voy a hacer doce goles. Si no los meto yo, ocho los meterá él". Esas palabras habrían salido de la boca del delantero Mariano Pavone, de acuerdo a lo asegurado por una fuente
que estuvo presente en la reunión que el jugador mantuvo con el vicepresidente de Racing, Pablo Podestá.
Esa conversación cara a cara entre el dirigente y el Tanque desplazó de la agenda académica la reunión que ayer debían mantener las autoridades para negociar el pase de Alejandro Gómez.
Al parecer el ex Estudiantes se mostró entusiasmado en llegar a La Academia. Y habría una cuestión de peso: le gustaría compartir equipo con Pablo Lugüercio, su amigo y ex compañero de Estudiantes. Incluso, el Payaso ya lo habría llamado.
"Estuve con Pavone. No cerramos ni definimos nada porque todavía tenemos que hablar con la gente del Betis", le expresó Podestá al diario Olé.
Es que, como suele suceder, no basta con las buenas intenciones. Y para que la su llegada se haga posible, habrá que saltar un obstáculo. Desde el Betis, club en el que se encuentra Pavone, aseguran que no van a negociarlo. En el club español, el delantero convirtió cinco goles en 15 partidos en el actual campeonato, trece de los cuales jugó como titular.
Por su parte, Miguel Pires, representante del jugador, abrió una luz de esperanza. “Es más que posible", aseguró.
La mayor traba para que el Tanque pueda arribar a Avellaneda tiene nombre y apellido: José León Gómez. Justamente el presidente del Betis aseguró en ESPN Radio en Rivadavia que "Pavone no jugará fuera de este club. Racing perdió tiempo al reunirse con él". No es la primera vez que un club choca con la intransigencia del dirigente. Ya le había sucedido a Independiente cuando quiso gestionar la llegada de Pavone, hace un año.
Pero más allá de esa dificultad, el deseo del jugador de volver a vivir en la Argentina podría ser concluyente.
El club español le permitió a Pavone el 15 de diciembre viajar a la Argentina para que estuviera junto su esposa y Bruno, su primer hijo nacido recientemente.
El club de la Segunda División posibilitó el viaje de la futbolística debido a que recién disputará su próximo encuentro, contra la Real Sociedad, el 2 de enero.
En estos días, los dirigentes de la Academia arrancarán la negociación con el club español. Parece que será una misión difícil contar con Pavone, pero el hincha de Racing ya se entusiasma con poder, una vez más, recargar a puro gol el tanque de la ilusión.
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