lunes, 7 de diciembre de 2009

Apostillas de una victoria para respirar


Con el triunfo por 1 a 0 ante Tigre, Racing consiguió salir de la zona de promoción. Grazzini fue titular y cumplió con un gol, mientras que De Olivera estuvo en el arco a pesar de los dolores de espalda. Esta vez, no se cumplió la ley de ex y Luna no pudo arruinar la fiesta.


Lo venció después de 4 enfrentamientos

Desde que volvió a Primera, Tigre nunca había perdido con Racing. Jugaron 4 veces, en Avellaneda empataron 0-0 en los 2 encuentros, mientras que en Victoria, Tigre ganó 3-2 y 4-1. De la mano de Grazzini, se cortó la racha a favor del Matador.

Dos al hilo y fuera de la promo

La victoria frente a Tigre fue la tercera consecutiva de local y segunda en el torneo. Además, los tres puntos conseguidos ante el equipo de Cagna le permiten a La Academia salir de la zona de promoción.

Un gol mágico

Sebastián Grazzini otra vez fue titular y está vez no perdonó. El mágico clavó el gol de la victoria y tuvo otras chances para convertir. Además, hilvanó algunas jugadas en ofensiva con Lugüercio. Lastima que se sacó la remera para festejar y fue amonestado.

De Olivera dijo presente

Jorge de Olivera había estado en duda durante la semana por las molestias que lo aquejaban en su espalda. Pero finalmente estuvo presente bajo los tres palos de La Academia y tuvo algunas intervenciones claves para mantener el cero en el arco.

El payaso capitán y un buen reemplazo

Debido a la ausencia de Claudio Yacob, el capitán fue Pablo Lugüercio. El delantero colaboró en ataque y desperdició alguna chance de convertir. Por su parte, el reemplazante de Yacob, Martin Wagner, fue muy importante en la recuperación y estuvo firme en la marca.

Esta vez, no hubo ley

En Tigre, estuvo un ex Racing, Carlos Luna. Por suerte, la ley del ex no se cumplió y el Chino no convirtió ningún tanto. Aunque el delantero simuló varias faltas y podría haber visto la amarilla.

La bandera aguantó el balón

Durante el segundo tiempo, un jugador de Tigre pateó la pelota de una manera totalmente desviada. Y el destino de balón fue una gran bandera que estaba desplegada en la popular local y que rezaba: “Aguante Racing”.

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