Lucas Castromán arregló un nuevo contrato con Racing, a préstamo y por una temporada. Cobrará un monto fijo (unos 370 mil dólares) y otra suma (100 mil) si está en condiciones de disputar un 40% de los partidos. A pesar de que tenía una propuesta de Rosario Central, el delantero decidió quedarse y aseguró que “aprendí a querer al club”.
Los números no cerraban y el tiempo parecía acabarse. Una oferta de Rosario Central apareció para ponerle un poco más de suspenso a la historia. Y muchos hinchas ya temían imaginarlo enfundado en los colores de un rival directo por la promoción. Pero cuando su continuidad parecía difícil, apareció el magnetismo único que tiene la camiseta de Racing. Ese que nadie puede explicar y pocos pueden entender. Y, con firmeza, Lucas Castromán decidió quedarse en Avellaneda. “Aprendí a querer al club, con lo bueno y lo malo que tiene”, aseguró el delantero al diario Olé. Así le puso punto final a una extensa negociación.
El jugador arregló un nuevo contrato con la Academia, a préstamo y por una temporada. Cobrará un monto fijo (unos 370 mil dólares) y otra suma (100 mil) si está en condiciones de disputar un 40% de los partidos. Esto va más allá de si el entrenador lo tiene en cuenta o no. Las autoridades del club pretendían que fuera el 60%, pero terminaron accediendo. Como Racing sólo participa de los dos torneos locales, a Castromán le bastará con estar disponible en 15 de los 38 partidos. Un objetivo que no parece imposible si se tiene en cuenta que en la temporada pasada jugó más del 50%.
Aunque la oferta de Rosario Central era mayor a la de Racing, Castromán decidió bajar sus pretensiones y acordó un nuevo vinculo. “Lucas hizo mucha fuerza para quedarse", contó su representante, Juan Cruz Oller.
El mayor problema a la hora de sentarse a negociar su renovación fueron las asiduas lesiones del delantero, que hacían dudar a los dirigentes. También existía una diferencia de 100.000 dólares entre lo que pretendía cobrar el futbolista (550.000 al año) y lo que ofrecía el club. Pero fue la decisión del ex Vélez la que torció definitivamente el rumbo.
Desde que comenzó el receso previo a la pretemporada, el ex Boca aprovechó el tiempo para hallar una solución al tema de las lesiones. Se sometió a estudios especiales en los que se encontraron las causas de la seguidilla de problemas musculares. Por un lado, Castromán, con 29 años, se exige demasiado en los entrenamientos. Y, por el otro, el largo viaje que encara todos los días de ida y vuelta hasta Luján impacta negativamente en su físico. Por eso, el punta ya alquiló un departamento en el barrio de Caballito, especialmente para descansar los días en los que debe hacer doble turno. "Me siento muy cómodo y querido en Racing. Estoy feliz de poder quedarme. Y me ilusiono mucho con lo que viene", aseguró el delantero.
Cuando llegó a Racing, Castromán había asegurado que tanto el como el club necesitaban una revancha. Y con su decisión, ya dio el primer paso para que el 2010 sea el año para lograrlo.
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