Sin dudas que el DT ha recibido críticas por algunos errores técnicos, o en la conducción del plantel, cometidos. Por esos grises, es que el trabajo de Simeone no se valora en toda su dimensión, aunque claro está que luego de lo vivido en varios fragmentos del torneo, la campaña termina siendo aceptable.
Indistintamente al análisis que se deberá hacer posterior a la finalidad del torneo, vale la pena hablar del partido que ganó La Academia, jugando por momentos, el fútbol deseado por el entrenador. Dinámica, precisión y vértigo, impuso el equipo, atropellando en todo momento a los dirigidos por Mario Sciaqua.
Con Yacob y Pelletieri dando equilibrio al equipo, más Castro y Viola inquietos por todo el frente de ataque, junto a la generación de espacios a causa de diagonales de Lugüercio y pinceladas de buen fútbol de Moreno, el juego colectivo en ataque era ideal.
La defensa en cambio, tuvo poco trabajo, dos jugadas puntuales fueron las que dejó el choque. Una fue la atajada de Saja en el PT, cuando cabeceó Pelegrino y el otro susto fue el penal, donde por segunda amarilla es expulsado Martínez, en el complemento mal ejecutado por Uribarri.
Lamentablemente no se puede decir que se jugó 10 puntos, ya que el equipo terminó jugando con 9 hombres. Hecho que indica que algo mal se hizo. Cabe señalar el asterisco que en ambas expulsiones hay cosas para cuestionar. La de Yacob, decir que la primera falta cometida por el capitán no es para amonestar, y la del defensor, señalar que el penal deja dudas.
Ahora Simeone deberá pensar como jugar ante Rafaela, ya que pierde dos soldados importantes de la columna vertebral (Yacob, Martínez). Lo positivo de cara a lo que se viene es que el equipo ganó y recupera a Téo y Hauche, habrá que ver si el ex Argentino recupera la titularidad o si continúa Valentín Viola, quién hace dos fechas viene mojando.
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