El goleador académico, Teófilo Gutiérrez, expresó estar confiado por el éxito y sus goles, aunque aclaró que aún no lograron nada y deben seguir luchando. Además, insinuó que vino a la Argentina para triunfar y avisó: “No vamos a regalar nada”.
Teófilo es potente y rápido para definir, pero calmo para declarar. Aunque, jamás deja de pensar sus respuestas como lo hace con las oportunidades de gol. En la rueda de prensa otorgada hoy al mediodía, luego del entrenamiento, admitió la felicidad por los tres puntos obtenidos en el Nuevo Gasómetro. Pero, como contracara, apuntó a no descansarse en ese logro y seguir peleando.
“Pienso que esto ya pasó (su debut, el triunfo y los goles). Ganamos el partido y tenemos otra página más. Ahora vamos a recuperar a ‘Pato’ que es un buen jugador y a los dos que están en la selección, también”, aludió.
Él entiende con finura cómo es de traicionero el fútbol, a veces. Entonces, se perfecciona en las prácticas y se mata en la cancha para no recibir puñaladas por detrás. “Mientras haga goles estará todo tranquilo. Si no los hago me pedirán que levante mi nivel. Yo confío en mis condiciones”, deduce sin tapujos.
El centrodelantero arrancó de manera formidable su camino en la Academia. Por eso, agradece el apoyo de compañeros e hinchas y no baja los brazos: “Lo más importante es la confianza que te den los compañeros y el cuerpo técnico. Lo demás lo muestras en la cancha. Ya estoy más confiado, pero no tranquilo”, comenta y, luego, asegura: “Me falta mucho más para adaptarme al fútbol argentino. Ahora estoy corriendo al mismo ritmo que mis compañeros”.
La reciente incorporación albiceleste empieza a palpar el gusto del hincha y es condescendiente en sus palabras: “El hincha paga su boleto para ver buen fútbol y a su equipo ganar. Nosotros queremos demostrar que estamos pasando por un buen momento. Este un grupo muy unido y no vamos a regalar nada”. Y tira: “En la cancha somos once guerreros”.
La cuarta fecha tampoco será una más. Olimpo está puntero y necesita las unidades para dirimir el descenso. Ambos, son condimentos para ver a un equipo de ataque, que no será fácil de sortear. “He visto varios partidos de Olimpo, se para muy bien tácticamente. Va ser difícil pasar las dos líneas de cuatro. Pero nosotros de local tenemos que demostrar la jerarquía y tenemos un jugador más que es la hinchada. Espero que llenen el estadio”, analiza y pide Teo.
Tras su autorizada opinión sobre el rival que se viene, cuenta que “me encanta ver fútbol y analizar a los rivales. Mirar por dónde se puede entrar, sus debilidades y sus fortalezas”.
Hasta ahora no se queja de la rudeza del juego argentino; la acepta, no se amilana y suelta: “El fútbol es de choque y los delanteros tenemos que estar percibidos de eso”.
En tanto, no se ilusiona de más con su actualidad y frena: “Vivo el presente, no pienso en la Copa América”.
Por último, un párrafo aparte marcó para explicar su religiosidad extrema. “Dios es muy importante en mi vida. He pasado muchos momentos difíciles y él siempre ha estado conmigo”, confesó. Frío para definir, veloz de mente y seguro en lo hace y dice. Así es Teófilo Gutiérrez.
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