martes, 1 de marzo de 2011

Descanse, Maestro...

La estrella de Racing, Giovanni Moreno, pasa sus días bien alejado de Avellaneda. Luego de la operación de ligamentos cruzados, al diez le otorgaron una semana de licencia para reposar y decidió viajar a su Colombia natal. Sus compañeros lo extrañan.

A Gio le escondieron su magia. Sin embargo, no desesperó y prometió volver con nuevos e insuperables trucos. Quienes lo rodean aseguran que desempolvará sus atributos en el mayor esplendor, cuando aparezca en escena otra vez, e intentará cumplir sus sueños, rotos en milésimas de segundos, y los de Racing.
Se tomó el adverso comienzo de 2011 con la tranquilidad y concentración de un maestro marcial. Sin creer en lo sucedido, en haber sufrido la rotura del ligamento cruzado anterior en su pierna izquierda, pensó en descansar, rehabilitarse a corto plazo y volver con Olimpo. Hasta que superó el shock, se sumergió en la cruda realidad y aceptó cruzar el primer gran obstáculo de su carrera. Giovanni Moreno no será el mismo después de esto. A sus lujos le sumará un duro carácter.
Aunque, por ahora, lejos de la dureza mencionada, disfruta de la apacible y cálida contención de sus seres más queridos. Es que la dirigencia le ofreció al diez académico una semana de libertad, de reposo, de apartamiento de la vorágine futbolística de nuestro país. Y Giovanni eligió marcharse a Colombia, dónde lo esperaba la necesaria recepción de sus familiares y amigos. Así lo hizo saber Walter Mira, médico del plantel, quién parece seguir cada paso del segoviano, en pos de una recuperación segura, sin grietas provocadas por el descuido. “Gio está bien. Está en Colombia, descansando junto a su familia. Vuelve el domingo y el lunes se pondrá a trabajar en la rehabilitación. Aunque, todavía no preparamos la rutina. Hablo con él mediante mensajes de texto”, explicó el doctor, con parquedad. Mira ni imaginó atravesar esta situación, tener que confirmar la seria lesión dos días después del encuentro con All Boys.
El martes 15 de Febrero el mediapunta se enteró de la gravedad de la lesión que había sufrido. Al día siguiente recibió el llamado de Hugo Barrientos, su castigador en la “batalla de Floresta”, y prefirió no atenderlo. Su ira por el maltrato recibido y la estrecha relación con el hermano del cinco, Pablo “Pitu” Barrientos (comparten representante), tomaron por sí solos la decisión de dejar sonar el celular.  El jueves de la misma semana fue operado por Jorge Batista, facultativo de Boca y especialista de lesiones en la rodilla. A esa altura, el mundo albiceleste ya era puro lamento, desconsuelo, indignación, bronca, desencanto. Se había acabado el torneo para Racing, pensaron muchos. Cayó la primera derrota. Para potenciarse, aún más, fue en el Cilindro y frente a Boca. Y se sintieron los primeros síntomas de desarraigo. “La verdad es que me hubiera gustado jugar todo el campeonato con él.  Hace todo más simple y me ayuda mucho en el mediocampo”, decía un Franco Zuculini desilusionado. Y agregaría más adelante: El otro día, cuando agarraba la pelota, lo buscaba a la derecha y no lo encontraba. Todo Racing se adaptó a él y ya no lo tenemos”. Las palabras de “Zucu” eran el resumen perfecto del ánimo general. En medio de una semana convulsionada, Iván Pillud habló de la poca protección del juez del partido, Pablo Lunati, a Gio: “Quiero reprocharle un poco al árbitro, porque el partido se le fue de las manos”. Además, el gran amigo del colombiano continuó: “Estoy preocupado, con bronca e impotencia, a la vez, por no poder hacer nada. No tenemos que dejar que se lo maltrate tanto. Ahora, tenemos que estar con él y salir adelante sea como sea”. Hasta que Miguel Ángel Russo decidió poner freno a tanta tristeza y marcar un nuevo camino. Ahora no sirve lamentarnos por su ausencia. Tenemos que arreglarnos con lo que tenemos y tratar de salir adelante”, enfatizaría, el entrenador, post derrota con Boca.
No hay dudas que trazó una línea divisoria la lesión del “Flaco”. Por más esfuerzo que se haga en no nombrarlo y mirar para adelante, está presente en cada declaración de los protagonistas “académicos”, en cada charla de café, se desprenden solas las comparaciones del equipo con y sin él. Es un imán potente y permanente. “No es el mismo equipo sin Gio”, lanzó Matías Martínez la semana pasada. “Le dedico el triunfo a Giovanni”, saludó Teófilo Gutiérrez el sábado a la noche. Y así, hay un sinfín de respuestas que pueden tener o no a la estrella como centro.
Jorge De Olivera, uno de los que forman parte del círculo íntimo de la figura “cafetera”, contó a racing.com.ar que “está en Colombia, con su familia. Necesitaba irse, allá está bien. No tiene mucho para hacer y descansa. Lo noté bien de ánimo. Por momentos pareciera que no esté lesionado”. Además, el arquero enfatizó en que el volante no quiere saber más nada de la discusión con Barrientos: “Ya está, para él ya pasó”.
Mientras disfruta del cariño de su entorno más cercano en su lugar en el mundo, en Avellaneda preparan un cálido acogimiento para su vuelta; y el comienzo de una larga recuperación, que demandará un tiempo prudencial, hasta Julio, período cercano al comienzo de la temporada venidera. Giovanni Moreno vive una mini vacación. Recibe mimos de uno y otro lado. De cerca y de lejos. Y, mientras, aprovecha del tiempo libre para analizar lo que pasó e ilusionarse con lo que vendrá. La adversidad lo está haciendo crecer. Y reposar. Descanse, Maestro. Ya se reencontrará con su magia y habrá tiempo y lugar para revivirla.

www.racing.com.ar

No hay comentarios:

Publicar un comentario